viernes, 31 de marzo de 2017

Ricardo Darin - Queda prohibido



¿Qué es lo verdaderamente importante?
Busco en mi interior la respuesta y no es tan difícil de encontrar. Falsas ideas invaden mi mente, acostumbrada a enmascarar lo que no entiende, aturdida en un mundo de irreales ilusiones, donde la vanidad, el miedo, la riqueza, la violencia, el odio, la indiferencia, se convierten en adorados héroes. No me extraña que exista tanta confusión, tanta lejanía de todo, tanta desilusión.

Me preguntas como se puede ser feliz. como entre tanta mentira puede uno convivir. Cada cual es quien se tiene que responder, aunque para mi, aquí y ahora y para siempre:

Queda prohibido llorar sin aprender. Levantarme un día sin saber qué hacer. Tener miedo a mis recuerdos. Sentirme solo alguna vez.
Queda prohibido no sonreír a los problemas. No luchar por lo que quiero. Abandonarlo todo por tener miedo. No convertir en realidad mis sueños.

Queda prohibido no demostrarte mi amor. Hacer que pagues mis dudas y mi mal humor. Inventarme cosas que nunca ocurrieron. Recordarte solo cuando no te tengo.

Queda prohibido dejar a mis amigos. No intentar comprender lo que vivimos. llamarlos sólo cuando los necesito. No ver que también nosotros somos distintos.

Queda prohibido no ser yo ante la gente. Fingir ante las personas que no me importan. Hacerme el gracioso con tal de que me recuerden.
Queda prohibido no hacer las cosas por mi mismo. No creer en mi dios y echar mi destino. Tener miedo a la vida y a sus castigos. No vivir cada día como si fuera el último suspiro.
Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme. Odiar los momentos que me hicieron quererte. Todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse. Olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas. Pensar que sus vidas valen más que la mía. No saber que cada uno tiene su camino y su dicha .Sentir que con su falta, el mundo se termina. Queda prohibido no crear mi historia. Dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida. No tener momento para la gente que me necesita. No comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita.


"La vida pone las cartas pero eres tú quién las juegas"
Para acudir al consultorio, pídeme cita llamando al 609037738



miércoles, 22 de marzo de 2017

¿Casualidad o sincronicidad?



Seguro que alguna vez un libro o un anuncio publicitario te han dado respuesta a esas dudas que continuamente te estabas planteando; que ibas a llamar por teléfono a una persona y en ese mismo instante, es ella la que te llama; que has tenido un encuentro inesperado en un lugar que ni siquiera pensabas o que has encontrado a la persona exacta cuando la necesitabas apareciendo de la nada.

Todos hemos experimentado en alguna ocasión una coincidencia que parecía tan improbable que nos resulta mágica y epifánica, como si existieran conexiones entres sucesos, personas o informaciones a través de hilos invisibles que tan solo podemos vislumbrar por momentos. Según el psiquiatra suizo Carl Jung esto no es casualidad, sino sincronicidad, uno de los aspectos más enigmáticos y sorprendentes de nuestro universo.
Este concepto existe al menos desde los vedas, pero fue Carl Jung quién acuñó el término de sincronicidad, refiriéndose a "la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera no causal" como la unión de los acontecimientos interiores y exteriores de un modo que no se puede explicar pero que tiene cierto sentido para la persona que lo observa.
Jung llegó a la conclusión de que hay una íntima conexión entre el individuo y su entorno, que determinados momentos ejerce una atracción que acaba creando circunstancias, teniendo un valor específico para las personas que la viven, un significado simbólico o siendo una manifestación externa del inconsciente colectivo. Son este tipo de eventos los que solemos achacar a la casualidad, el azar, la suerte o incluso la magia, según nuestras creencias.
La sincronicidad nos representaría en el plano físico por ejemplo, la idea o solución que se esconde en nuestra mente, maquilladas de sorpresa y coincidencia, siendo de esta manera mucho más fácil  de alcanzar.
Al igual que Jung, Wolfgang Pauli, premio nobel de la física pensaba que la sincronicidad era una delas expresiones que caracterizaban al unus mundus, una realidad unificada de la que emerge y regresa todo lo existente. Coincidiendo esta concepción con la Teoría dela Totalidad y el Orden Implicado de la Mecánica Cuántica del físico estadounidense David Bohm.
Una experiencia sincrónica suele venir a nuestras vidas cuando menos lo esperamos, pero en el momento exacto, cambiando en ocasiones la dirección de nuestro camino e influyendo en nuestros pensamientos. Pero para ello, tenemos que estar receptivos y atentos al mundo que nos rodea, creando la apertura a esa posibilidad de sincronicidad.
Cuanto más alerta estemos con respecto a nuestro entorno, más probabilidades habrá de que ocurra a nuestro alrededor o al menos, que le prestemos atención... Desde pequeñas conversaciones, canciones de la radio o mensajes publicitarios por ejemplo, hasta encuentros aparentemente "fortuitos". Tan sólo hay que estar atentos.
Si dejamos a las circunstancias fluir y no presionamos ni forzamos la ocurrencia de sucesos o la voluntad de las personas, mientras mantenemos una actitud receptiva y de apertura, dejándonos llevar por nuestra intuición y nuestra sabiduría interior, nos abriremos a "la magia" que nos ofrece la experiencia de la sincronicidad. Si sabemos escucharla puede convertirse en una buena guía para nuestras vidas. Quizás esta sea una de las muchas leyes universales que no pueden ser probadas con demasiada seguridad, pero que sin embargo su presencia ha guiado la vida de multitud de personas y está presente a lo largo de la historia de la humanidad, siendo algunas de las razones para mantener este concepto vigente. Recordemos que ya Don Juan le dijo a Castaneda que la suerte en realidad era una forma de poder. Incluso este artículo puede haber sido fruto de la sincronicidad... (Gema Sánchez Cuevas, La mente es maravillosa)


miércoles, 15 de marzo de 2017

Atreverse a vivir


Vivir sin miedos y vivir con plenitud incrementa la calidad de vida y nos hace más felices. Porque el miedo frena e impide hacer lo que quieres hacer, no deja que tu energía fluya y debilita el bienestar y la salud en general. Además, el miedo impide la capacidad de razonar con libertad, discernir entre posibles caminos o iniciar otros despejados y nuevos. Decidir bajo la influencia del miedo no suele llevar a la plenitud, ni a la claridad de ideas, la transparencia o la luz.

Para fortalecerse has de liberarte de algunas debilidades y complejos y, sobre todo, dejar de compararte con los demás. En cambio, aceptarte fortalece tus cualidades y te ayuda a ser tú mismo.
Libérate de las influencias que te apagan, de aquellas que disminuyen tu capacidad de amar,brillar, sentirte libre y estar en paz. Son influencias externas, pero que también pueden surgir de tu interior como aquellos registros de tu pasado o de tus hábitos, o tus creencias y tu forma de pensar.

Conócete, cura las heridas que mantienen el dolor retenido en ti y suéltalo para que puedas vivir mejor.

Si tu actuación está motivada por el amor, el agradecimiento, la paz o la cooperación, generas una energía que atrae lo positivo y despierta entusiasmo y la esperanza porque estás liberándote de la paralización que provoca el miedo y empiezas a ser tú mismo, tu creatividad fluye y te sientes fuerte para aceptar, afrontar y cambiar.

Puedes gozar de la plenitud en este momento presente. ¿No desperdicies ni un instante!

Para acudir al consultorio, pídeme cita llamando al 609037738
"La vida pone las cartas, pero eres tú quien las juegas"




martes, 7 de marzo de 2017

La Felicidad es una decisión personal


                                                          
Hoy elijo que el resto de mi vida sea lo
mejor de mi vida. Hoy eleijo ser feliz, elijo priorizarme, cuidarme y quererme un poco más. elijo ser valiente y saber dar felicidad a los mios. Nunca es tarde para los buenos propósitos. Lo mejor de tu vida siempre es ahora. Hablamos de esa vida en la cual, uno está en equilibrio consigo mismo y vive desde el corazón, haciendo de verdad lo que amas y rodeándose de personas de las que recibes una auténtica reciprocidad. Hoy elijo que empiece lo mejor de mi vida. La mayoría de las veces, la felicidad es una decisión, depende de uno mismo y de mi actitud. Tal vez tenga que hacer alguna que otra renuncia. Y ahora pondré mi mirada en aquello que es importante para mí, y a lo que jamás voy a renunciar. ¿Y tú? ¿Ya decidiste ser feliz? 

"La vida pone las cartas, pero eres tú quién las juegas" 
 
¿Estás pasando por una situación difícil? ¿Te sientes perdido, angustiado?
Entiendo como te sientes. Yo también me he sentido igual. A lo largo de mi vida,

he pasado por varias crisis, hasta que comprendí que cada una de estas

crisis me han dado un mayor conocimiento de mi misma, de mis habilidades

y debilidades. 
Sé que ahora no te sientes capaz, que no ves la salida, pero te aseguro

que existe y aquí me tienes para ayudarte a encontrarla. 
Junt@s vamos a vencer esta crisis, a acabar con los bloqueos emocionales que

te están provocando ansiedad e inseguridad. Vamos a identificar las

creencias limitantes que te están impidiendo salir de esta crisis y

avanzar realizando cambios positivos en tu vida. Tengo la total

confianza de que vas a superar esta crisis y salir fortalecid@. Confía

tú también en ti y en que te puedo ayudar.
Para acudir al consultorio, pídeme cita llamando al 609037738

jueves, 2 de marzo de 2017

Los 12 Síntomas del Despertar de la Conciencia



1.- Dolores y malestares físicos, sobre todo de hombros, cuello y espalda.
2.- Sentimientos de profunda tristeza, sin razón aparente.
3.- Llorar sin razón alguna.
4.- Cambios repentinos de trabajo o profesión.
5.- Apartarse de las relaciones familiares.
6.- Patrones de sueño desacostumbrados.
7.- Sueños intensos.
8.- Desorientación física.
9.- Incremento de la autoconversación.
10.-Sentimientos de soledad.
11.- Pérdida de entusiasmo.
12.- Un profundo miedo de regresar a casa.