Tus
zonas erróneas, de Wayne Dyer, es un libro que leí hace muchos
años y que recomiendo a cualquier persona que quiera vivir feliz y
en paz y que seguro puede cambiar tu vida para bien.
W.
Dyer, hace mucho hincapie en vivir el presente para ser feliz y
eliminar esas zonas erróneas, comportamientos autodestructivos que
impiden tu bienestar y felicidad. Pasamos mucho tiempo pensando en el
pasado y en el futuro y muchas zonas erróneas son esfuerzos por
vivir fuera del presente.
Estos
son los puntos más importantes del libro. Espero que este
análisis y resumen te sirva de ayuda.
1-Haciéndote
cargo de ti mismo
Si
tu estancia en la tierra es tan corta, debería ser por lo menos
agradable. En pocas palabras, se trata de tu vida. Haz con ella lo
que tú quieras.
Los
sentimientos no son simples emociones que te suceden. Los
sentimientos son reacciones que eliges tener.
En
la sociedad actual se tiende a pensar que las personas inteligentes
son las que tienen muchos títulos académicos, sacan buenas notas en
los exámenes, son buenos en matemáticas o física, hablan muy
bien y de forma educada o tienen mucha memoria. Sin embargo hay
muchas personas como estas que sufren depresión, ansiedad o incluso
están en algún psiquiátrico.
Una
persona inteligente debería ser descrita como feliz y efectiva en el
día a día, que sabe solucionar problemas, crea recursos, es
autónoma, independiente y supera las adversidades.
Además,
una persona inteligente acepta los problemas como parte de la vida
diaria y tiene la capacidad de sentir las emociones que quiere en
cada momento vital.
Los
sentimientos no son simples emociones que te suceden. Los
sentimientos son reacciones que eliges tener. Tú eres el
responsable de lo que piensas y lo que sientes y puedes aprender a
pensar de forma diferente respecto a cualquier cosa. De ti y de las
elecciones que hagas depende que las experiencias de tu vida sean
estimulantes y agradables.
2-El
propio amor
La
propia estima no puede ser verificada por los demás. Tú vales
porque tú dices que es así. Si dependes de los demás para
valorarte, esta valorización estará hecha por los demás.
En
la sociedad está bien visto tratar bien a los demás y amarlos, sin
embargo se olvida de que para alcanzar la felicidad es fundamental
quererse a sí mismo y valorarse.
Todo
empieza amándose a sí mismo. De esa forma podrás amar a los demás
y hacer cosas por ellas por el mero placer de ser generoso y sin
esperar nada a cambio. ¿Has pensado en el valor que tendría dar
algo desde una persona que no vale nada? ¿Cómo puedes dar amor
si no vales nada? ¿Qué valor tendría tu amor?
Tú
mismo elijes el valor que tienes y no tienes que preguntar o dar
explicaciones a nadie. Tu propio valor es un hecho que no esta
relacionado ni con tu comportamiento ni con tus sentimientos. Puedes
escoger ser valioso para siempre, no importa que en un momento hayas
hecho algo de lo que te sientas arrepentido.
3-
No necesitas la aprobación de los demás
La
necesidad de aprobación de los demás equivale a decir: “Lo que tú
piensas de mi es más importante que la opinión que tengo de mi
mismo.
Puede
que desees la aprobación de los demás, ya que es natural sentirse
feliz con el apoyo y aceptación de los demás. Pero necesitarla, es
una de las zonas erróneas más negativas.
Es
negativo necesitar la aprobación de una persona y aun más,
necesitarla cada vez que quieres tomar una decisión o solucionar un
problema.
Deshazte
de la necesidad de aprobación si quieres ser feliz y desarrollarte
personalmente.
4-La
ruptura con el pasado
Sólo
los fantasmas se revuelcan en el pasado, explicándose a si mismos
con descripciones basadas en sus vidas ya pasadas. Tú eres lo
que eliges ser hoy en día, no lo que antes elegiste ser.
A
menudo las personas se anclan en el pasado y se ponen etiquetas.
Comentarios como los siguientes son frecuentes: “Así soy
yo”, “Yo siempre he sido así”, “No puedo evitarlo”
o “Es mi carácter”.
Autoetiquetarse
o autodefinirse no es inadecuado en si, aunque puede serlo si se
usa de forma perjudicial. Asimismo, es usual usar esas etiquetas como
excusas para seguir igual y no esforzarse por cambiar.
Si
esas autoclasificaciones son negativas, estas perdiendo tu potencial
de crecimiento.
Esas
autoetiquetas provienen del pasado pero el pasado ya no existe, lo
único que tenemos ahora es el presente. Cada vez que usas frases
como “Yo soy así” estas dándote una justificación para no
cambiar y mejorar o ser más feliz.
Cambia
el “Yo soy” por “He escogido ser” para ser producto de tus
elecciones.
5- Las
emociones inútiles: culpabilidad y preocupación
Si
crees que sentirte mal o preocuparte lo suficiente cambiará un hecho
pasado o futuro, quiere decir que resides en otro planeta con un
diferente sistema de realidad.
Dos
de las emociones más inútiles de toda la vida son la culpabilidad
por lo hecho y la preocupación por lo que pasará. Con la
culpabilidad desperdicias tus momentos presentes y con la
preocupación te mantienes inmovilizado.
Puedes
seguir lamentándote todos los días, sintiéndote culpable y aún
así no solucionarás nada ni mejorarás tu forma de comportarte.
Aunque te sientas culpable, no vas a cambiar nada. Lo que si lo hará
es proponerse aprender de lo sucedido y cambiar.
Además,
la preocupación sirve para evadirse de lo que realmente se necesita
afrontar. Si te observas preocupándote, pregúntate: ¿De qué
me estoy evadiendo al gastar este momento en preocupaciones?
Tras ello, actúa sobre lo que estas evitando. Lo mejor para la
preocupación es la acción.
6-Explorando
lo desconocido
Sólo
los inseguros ansían la seguridad.
Mientras
seas un humano y vivas en este mundo, nunca podrás tener seguridad.
Y si fuera así, sería muy muy aburrido. Lo seguro elimina la
excitación y la emoción.
La
seguridad que si es positiva para tu crecimiento personal es la
seguridad interior de tener confianza en ti mismo.
La
educación que recibimos en esta sociedad nos enseña desde niños
que tenemos que andar con cuidado; se fomenta la precaución y no la
curiosidad. “No vayas allí”, “No hables con desconocidos”,
“No vayas solo a ningún lado” son frases frecuentes.
Se
tiene la creencia de que lo desconocido es igual al peligro. Se
piensa que lo que hay que hacer en la vida es ir a lo seguro e ir a
donde va el resto de la gente. Solo los aventureros o “temerarios”
se atreven a arriesgarse y explorar lo que no se conoce.
Si
crees en ti, puedes explorar las zonas de la vida que no te ofrecen
nada seguro y evitar seguir el camino que todos los demás caminan.
Las personas que históricamente han destacado (Da vinci, Beethoven,
van Gogh, Einstein o Neil Armstrong) no se caracterizan precisamente
por haber seguido los pasos de los demás y no aventurarse a lo
desconocido. De hecho, fueron los pioneros en adentrarse en nuevos y
desconocidos territorios.
Abandona
la creencia de que es mejor lo familiar que lo desconocido. Lo
inseguro y desconocido puede provocarnos inseguridades pero son
necesarias para cambiar, mejorar y vivir nuevas emociones.
7- Rompiendo
la barrera de los convencionalismos
No
hay reglas ni leyes ni tradiciones que se puedan aplicar
universalmente… incluyendo ésta.
Toda
nuestra vida esta plagada de los “debes hacer esto” y la gente
los aplica sin pensar en el porqué y en sus consecuencias. La suma
de todos esos “debes” son otra zona errónea.
No
se trata de sugerir que desprecies la ley. Las leyes son necesarias
para una sociedad civilizada aunque si se obedece ciegamente a los
convencionalismos, es algo distinto y que puede llegar a ser muy
destructivo.
Cuando
estas leyes no tienen mucho sentido y dejas de funcionar
eficientemente, podrías reconsiderar esas normas y tu comportamiento
respecto a ellas. El condicionarse demasiado a la sociedad puede
ser un comportamiento neurótico y que lleve a la depresión,
ansiedad e infelicidad.
Comportamientos
que resultan de los “deberías y no deberías”:
Vestirse
para una ocasión de una forma incómoda o que no te gusta ( por
ejemplo ponerse un traje de chaqueta a 35ºC).
Tomar
alcohol para socializarte porque es lo “normal”.
Asistir
a una boda aunque no conozcas a los novios o te caigan mal.
Lavar
los platos y limpiar la casa porque eres mujer.
Que
por ser mujer no invites a un hombre a salir aunque te guste.
Tener
que buscar siempre la forma correcta de hacer algo: una receta de
comida, una reparación…
Ver
el partido porque es importante y todo el mundo lo verá aunque no
influya en tu vida.
Pegar
saltos de alegría por un gol porque todos los demás lo hacen.
Entrar
a una discoteca o ir a un concierto de alguien que no te gusta
porque van tus amigos.
8-La
trampa de la justicia
Las
personas quieren buscar la justicia y si no la encuentran sienten
frustración, tristeza o enfado. Sin embargo, la justicia no existe
y nunca existirá. El mundo funciona así y así seguirá.
Solo
hay que observar la historia, la naturaleza y la actualidad para
darse cuenta. Nuestra cultura promete y valora la justicia y los
políticos hablan de ella en muchos de sus discursos.
Sin
embargo, pocos de ellos siguen el ejemplo. Algunos animales se
comen a otros, hay terremotos, sequías e inundaciones que sufren
personas que no se lo han merecido, guerras, drogas, crímenes,
asesinatos. Pero todo ello es parte de la forma de funcionar del
mundo.
Exigir
justicia no es un comportamiento negativo aunque se convierte en zona
errónea si te castigas a ti mismo al no poder tener la justicia que
quieres.
Puedes
escoger ser feliz o desgraciado pero ello no esta relacionado con la
injusticia que veas a tu alrededor. Puedes trabajar para
colaborar a suprimir la injusticia y puedes decidir que no te
dejarás vencer psicológicamente por ella.
9-Terminando
con las postergaciones
Hay
pocas personas que puedan decir que nunca realizan postergaciones a
pesar de que a largo plazo resultan contraproducentes.
El
postergar en si no es neurótico, sino la reacción emocional que lo
acompaña y la inmovilización que produce. Si te gusta postergar
cosas, no sientes culpa por ello o no te perjudica, sigue
postergando. Si eres la típica persona que dice que va a cambiar y
vivir de otra manera, decirlo no te va a servir para nada, a menos
que lo hagas con un compromiso real. Decirlo suele servir para
postergar la acción y nunca terminar de hacer algo.
Lo
que haces es el único medidor para medirte como persona, no lo que
dices o lo que dicen de ti.
10-
Proclama tu independencia
El
asunto del abandono del nido y ser independiente es complicado porque
nuestra sociedad nos enseña que debemos cumplir con lo que se espera
de nosotros en algunas relaciones, que incluyen a los padres,
hijos, figuras de autoridad y los seres queridos.
Si
disfrutas de la manera en la que interactúas con las personas y
estas no interfieren con los objetivos que te has puesto en la vida,
no necesitas cambiar esa forma de iteractuar.
Sin
embargo, el depender de una persona psicológicamente es distinto y
perjudicial. Supone una relación no elegida y con la que te sientes
obligado a ser alguien que no quieres ser, además de sentirte
forzado a comportarte de cierta forma.
Si
quieres ese tipo de relación y te supone bienestar, no es insana.
Pero si la necesitas para sentir bienestar o te sientes obligado a
tenerla, suponiéndote malestar o resintiéndote, es una zona
errónea.
Es
la obligación la que constituye el problema: la obligación produce
culpa y dependencia, mientras que la libre elección produce amor e
independencia.
Ser
independiente significa estar libre de las relaciones obligatorias,
ausencia de comportamiento dirigido a los demás, no necesitar a
alguien para ser feliz, distinto a desear relaciones con los demás o
tomar decisiones.
11- Adiós
a la ira
Aunque
la expresión de la ira es más saludable que reprimirla, lo más
sano es no sentirla en absoluto. No hay por qué sentir la ira,
no es algo humano como se suele justificar y, de hecho, es una zona
errónea que incapacita psicológicamente.
Es
una elección y un hábito que se aprende ante la frustación. Es
debilitante y puede producir insomnio, cansancio, úlceras o
hipertensión, conducir a la culpabilidad o a la depresión.
Cuando
te enfrentas a una situación que no funciona como te gustaría,
sientes frustación y reaccionas con enfado. Sin embargo, tienes
capacidad de elegir: la rabia y la risa se excluyen mutuamente y tú
tienes el poder suficiente como para escoger cualesquiera de las
dos.
Puede
que la característica más destacable de la gente sana es
un sentido del humor sin hostilidad. Un buen remedio para
la ira es ayudarte a ti mismo y a los demás a elegir la risa
y aprender a observar desde fuera las situaciones tan
incongruentes y absurdas que ocurren en la vida.
12-Retrato
de la persona sin zonas erróneas
Están
demasiado ocupados para fijarse en lo que hacen sus vecinos.
Disfrutan
todo lo que les da la vida; se sienten cómodas haciendo
cualquier cosa y no pierden el tiempo quejándose o deseando
que las cosas fueran de otra manera.
Están
libres del sentimiento de culpa y de los acontecimientos que
ocurrieron en el pasado.
No se
atormentan con preocupaciones. Algunas circunstancias por las que
otras personas pasan pensando horas y horas, a penas les
afectan.
No
tienen necesidad de aprobación de los demás.
Se
ríen y hacen reír de casi cualquier cosa y situación, de
acontecimientos absurdos y de los más serios y solemnes.
Se
aceptan a sí mismas sin quejas. Aceptan que son seres humanos
y que serlo implica ciertos atributos humanos. Saben cuál es
su aspecto físico y lo aceptan.
Aprecian
la naturaleza. Les encanta estar al aire libre disfrutando,
corriendo, paseando o haciendo cualquier cosa que no la perjudique.
No
tienen compromiso emocional con los problemas. Aceptan que son parte
de la vida y eso les permite superarlos con facilidad.
No
necesitan llamar la atención sobre sí mismos y no critican, son
hacedores.
Ayudan
a los demás. Persiguen el cambio social pero no se preocupan por
los problemas por las noches ni piensan en las injusticias sin tomar
acción.
Son
honestos, no pretenden mentir ni evadirse.
Creen
que lo que son es su propia responsabilidad y nunca culpan a los
demás de lo que les pasa.
Tienen
altos niveles de energía. Necesitan poco sueño y están sanos.
Son
muy curiosos, siempre buscan cosas que saber, hacer y aprender.
No
tienen miedo al fracaso y se arriesgan a adentrarse en lo incierto y
desconocido. No equiparan los resultados externos con su éxito como
ser humano.
¿Y
tú que piensas de este libro? ¿Estas de acuerdo con que las zonas
erróneas impiden a las personas ser felices? ¿Crees que se pueden
corregir?